jueves, 8 de abril de 2010

De consumidores cautivos al reclamo por el derecho a la información.

Por Daniel Calabrese

El fenómeno desatado por el programa 678 y su red social en facebook puede analizarse desde diversas aristas y posiblemente genere distintos puntos de vista acerca de su alcance.
Lo que es innegable a esta altura es que se trata de una manifestación cada vez más evidente de la apertura de una brecha en el cerco mediático del que es víctima la población en general y los sectores medios en particular.
Se pueden confirmar a diario comentarios de personas que fueron reacios o directamente hostiles a las políticas del gobierno hace solo unos meses atrás y hoy cuestionan el relato monocorde de los medios masivos. Aún mas, comienzan a comprender los intereses políticos-económicos que se están jugando en este proceso de disputa entre el gobierno democrático y las corporaciones.

El contexto: La disputa por la implementación de la nueva Ley de medios

Luego de sancionada por abrumadora mayoría en ambas cámaras. La Ley que contó con el mayor grado de participación popular que haya tenido ninguna otra en toda nuestra historia, fue paralizada en su implementación por el frente judicial que responde a los monopolios mediáticos. En este contexto es donde reencontrándose con lo mejor de ellos mismos y rompiendo el espejismo de la soledad que Magnetto y sus escribas les generan en su cotidiano bombardeo , van confirmando en las redes sociales y en la calle que son muchos, mucho mas de lo que ellos mismos creían ser.
Repudiando las acciones manipuladoras y las operaciones de prensa mas desembozadas de la que se tenga memoria en contra de un gobierno democrático, se incorporan al reclamo histórico por medios de comunicación plurales y democráticos.
Y no han llegado en mejor hora a la disputa.
El entusiasmo ha dado lugar a ciertos grados de organización por cierto saludables, generándose diversos grupos barriales que comenzaron a decidir acciones autónomas por dentro y fuera de la red. Las convocatorias a reuniones en bares y plazas es quizá la manifestación mas importante de este fenómeno, que sigue desbordando el plano virtual y simultáneamente se alimenta en él .

¿Qué hacer entonces, cuando todo parece indicar que este proceso recién comienza y casi con seguridad se seguirá profundizando?
Posiblemente la respuesta se encuentre en comprender  cual es la demanda de estos actores, desde que rol vienen y cuál es el salto cualitativo que están realizando.
Para acercarse a una explicación hay que decir en primer lugar que estos sectores conforman un grupo heterogéneo. Algunos llegan asfixiados por la manipulación, otros recién comienzan a tomar conciencia de ello y aunque les hace “ruido” cierto salvajismo en la retórica mediática, están lejos aún de entender al discurso mediático como una construcción , como una mirada mas entre otras posibles. Muchos tienen el ejercicio de ser receptores críticos y otros puede que reclamen la posibilidad de construirse como emisores de sus propios relatos. Algunos vienen de experiencias políticas y otros jamás se acercaron a ninguna. En las edades también se da una diversidad manifiesta y confluyen jóvenes indignados que desahogan la imposibilidad de manifestar su opinión en otros colectivos con algunos mayores que dejaron de comprar “Clarin luego de treinta años".
Diversidad de matices aunados por el hastío generado por la cada vez mas descompuesta imagen de los medios.

Del consumidor al ciudadano.

Para quienes confiaban en que este momento iba a llegar y vienen batallando desde otras trincheras desde hace años, se presenta el desafío de colaborar para que este proceso vaya desarrollándose hasta el máximo de sus posibilidades. No se trata de darles “organicidad”. Al proyecto popular - por suerte - no le falta como hace algunos años “aparato”. Ahí está la CGT y sus imponente manifestación en la 9 de Julio, los camioneros colmando ellos solos la cancha de Velez . La CTA que aporta su capacidad de proyectos tales como la asignación universal por hijo, la unidad en la acción con la CGT y su capacidad movilizadora en las calles. Las organizaciones sociales desde la norteña Jujuy con Milagro Sala y en todo el resto del país, demuestran ser otro impresionante afluente en el gran caudal militante, Ferro y la sorpresiva convocatoria 40000 compañeros es una muestra. La Plaza del 24 de marzo confirma la capacidad de las organizaciones de derechos humanos y la juventud, los intelectuales y ese espacio de aporte reflexivo que significó la irrupción de Carta Abierta son otro eslabón de una base social fortalecida en el propio desarrollo y avance de las políticas gubernamentales. A la luz de estos ejemplos no es aventurado afirmar que existe en las filas propias una base social organizada y con gran capacidad de demostrarlo en las calles,. Incluso mucho mas que en el primer periodo del proyecto inaugurado en el 2003.

Se trata de entender entonces el novedoso afluente que está llegando desde la internet 2.0 . Novedoso por sus aristas tecnológicas, y por ser producto de nuevas formas de comunicación horizontal que dichas tecnologías posibilitan.
Estamos asistiendo a ese maravilloso momento en donde miles y miles comienzan a entenderse a si mismos ya no como meros consumidores pasivos y cautivos de relatos mediáticos “naturalizados” como verdades incuestionables, sino como actores sociales que reclaman su derecho a la ciudadanía comunicacional , pero no demandan - aunque sea por el momento – encuadrarse en organizaciones que por tradición cultural y heterogeneidad les resultan ajenas . Exigen su derecho a la información consagrado en la ley obstruida por la corporación mediática, ni mas ni menos.
Ese es el maravilloso proceso que se está desarrollando. En leer esos matices, está la posibilidad de entenderlo para no entorpecerlo. Démosle la bienvenida que se merecen. Orientar sin paternalismo “militante” será la mejor manera de que miles y miles se sumen a esta lucha histórica por derribar la última y quizá mas dañina muralla que nos dejó la dictadura.

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