martes, 28 de abril de 2009

Acerca de epidemias y otras calamidades.

Por Daniel Calabrese

La aparición de la gripe porcina en México y EEUU ocurrida en las últimas horas permite comparar la cobertura que los medios internacionales le están dando a la noticia respecto a como nuestros medios nacionales se han referido a la problemática del dengue.
Son pocas las áreas en donde queda mas claro el rol social que deben jugar los medios de comunicación como en el caso de un evento que afecta la salud pública e implica la posibilidad de epidemias, pandemias y contagios masivos,. Si la responsabilidad informativa y el derecho ciudadano a recibir información fidedigna es necesario siempre, es en estas situaciones donde cobran vital importancia. Veamos entonces.
Los medios internacionales, por ejemplo la CNN, recurren como fuentes de primer orden a las autoridades sanitarias tanto mexicanas como estadounidenses para dar cuenta del estado de situación y comunican a través de distintos reportes las medidas que van tomando las autoridades.
Simultáneamente se informa sobre los cuidados básicos a tener en cuenta para evitar el contagio siempre en un tono que intenta evitar el pánico y el amarillismo.
Basta con detenerse unos minutos en la pantalla de nuestros noticieros vernáculos para confirmar que respecto al dengue están haciendo todo lo contrario.
No se recurre a los funcionarios sanitarios salvo para desacreditarlos o desmentirlos con el claro objeto de generar dudas sobre sus versiones en la población. Se apelan a fuentes difusas que cuanto peores y mas infundadas sean sus versiones, mas espacio obtendrán en las pantallas.
Un ejemplo de ello fue el luego desmentido caso de bebes que habían nacido infectados por el dengue.
Las cifras supuestas de contagios y de casos fatales se transmiten con ligereza y sin ningún tipo de chequeo previo de la información. En cuanto al tono en que se dan ciertas estadísticas, remite con su jerga liviana, a la de una contienda deportiva en la que se le va “ganando” a las versiones estadísticas oficiales y realmente comprobadas.
Todo intento de investigar profundamente las causas del avance del mosquito, sea el calentamiento global, la deforestación -en muchos casos producto del avance sobre los bosques nativos del cultivo de soja transgénica - y el efecto del glifosato sobre los predadores naturales del agente transmisor, son deliberadamente ocultados.
En un terreno donde la responsabilidad y la información certera son de altísima necesidad, los medios no ven otra cosa que un espacio para erosionar al gobierno, generar pánico en la población y jugar su rol opositor.

Momentos tan oscuros como estos, en donde se vulneran limites éticos básicos y normas elementales del ejercicio profesional de la comunicación, no se pueden entender sino como una manifestación de desesperación política ante un gobierno que junto a la sociedad civil avanza en la discusión de una nueva ley de medios antimonopólica y que pondrá en jaque muchos de los negocios de los medios comerciales.


La mentira, la omisión y el sinceramiento.
Conjuntamente con la problemática del dengue, tres actos canallescos se destacaron en los últimos días en el tratamiento mediático. Una mentira, una omisión y un sinceramiento .
La mentira.
En el marco de la visita del presidente del Brasil, Clarín informó que durante la conferencia de prensa ofrecida en conjunto por ambos mandatarios y ante la pregunta que su periodista le hiciera a Lula, “Cristina pidió que no le conteste por tratarse de un medio opositor”.
Para aquellos que hemos escuchado en vivo tal conferencia, sabemos que esto fue una mentira desvergonzada , para quienes no la hayan podido escuchar solo basta volver a el propio diario que al día siguiente aclara, muy chiquito por cierto, que se trató de un “error" al dar la noticia.
La idea de Cristina "censurando" a la prensa, ya estaba instalada.
La omisión
En el crimen de Lanús que ocupó la tapa de los medios graficos , los noticieros televisivos y todos los programas de opinología barata se calló en lo posible, o lisa y llanamente se ocultó la información de que la víctima, Facundo Capristo, tenia un arma y que disparó al adolescente que le dio muerte.
Todos sabemos la diferencia, entre un asesinato a sangre fría y un crimen producto de un intercambio de fuego. Esa información solo puede ser soslayada si lo que se persigue es generar sensación “intencionada” de inseguridad en la población.
El sinceramiento.
En su incesante y centenaria búsqueda de los “pilares” de la patria , las fuerzas armadas, la iglesia, el campo o todos juntos, el diario La Nación ha encontrado un nuevo pilar. En este caso un pilar de la producción nacional: El glifosato
El acto de sincericio del diario de los Mitre apareció en el suplemento rural y lo pueden apreciar en este link:
http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1121563&pid=6307205&toi=6279
El menú de canalladas semanales fue coronado con una amplia solicitada de ADEPA denunciando persecución a los medios “independientes”.
Veremos esta semana que se inicia con que otras se nos vienen: Observando su comportamiento, quizá podamos entender que la peor de todas las epidemias, la mas nociva, la estamos soportando a diario propagada a toda hora por nuestros inefables medios masivos de desinformación.
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jueves, 23 de abril de 2009

Parodiando entrevistas por Cadena Nacional

Por Daniel Calabrese

Fue ayer, pero podría haber sido antes de ayer, hoy o mañana que no hubiera diferido en mucho el panorama que describiré a continuación.
Me dispuse luego de cenar a hacer zapping entre los canales abiertos y de cable con contenidos periodísticos a ver que me encontraba.
En el canal de Francisco De Narváez, AMERICA, la inefable Mónica Gutiérrez entrevistaba, ¿entrevistaba? a Hilda “Chiche” Duhalde y anunciaba a Gabriela Michetti para el próximo bloque.
Jorge Lanata en el 26 tuteaba a Cobos en lo que parecía una tertulia de café entre dos amigotes. Detrás del "ex periodista" como lo llama Horacio Verbitsky, se anunciaba el programa de los “independientes” Leuco y Eliaschev .
Marcelo Longobardi en C5N miraba extasiado a Marcos Aguinis que le contaba a la audiencia que estamos en el medio de una dictadura. Se anunciaba un próximo bloque con “Gabriela”, que yendo de canal en canal explicaba su renunciamiento “heroico” a un puesto que jamás ejerció según su índice de ausencias en la legislatura. Los canales del grupo Clarín tocaban la misma partitura junto a los impresentables exponentes de la derecha argentina. En TN Santo Biazatti metía miedo con la “amenaza narco” en nuestro país y Daniel Muchnik en METRO entrevistaba a tres “consultores” económicos que anunciaban calamidades que nunca llegan. En MAGAZINE, De Narváez, mientras en su propio medio de comunicación Chiche le cuidaba las espaldas, le explicaba a a otro Chiche, Gelblung, que ser millonario no tiene nada de malo y que es auténtico, pues si no se hubiera mandado a sacar el tatuaje del cuello.

Indigna la uniformidad ideológica vendida como prensa independiente. Pero lo que mas asombra es que se rompan reglas básicas del periodismo en general y del género entrevista política en particular convirtiendo al momento en un simulacro en el que se diluyen los roles de entrevistador y entrevistado.
Todo se convierte en una gran parodia en la que no se sabe finalmente si el entrevistador es el agente de prensa del político de turno o el político entrevistado es una suerte de columnista del programa.
No es objetividad lo que tenemos derecho a reclamar como auditorio, la objetividad no existe desde el momento que el entrevistador es un sujeto que interpela desde sus propias competencias culturales, ideológicas, sus simpatías o antipatías políticas, etc. Lo que si tenemos derecho a exigir es rigurosidad, profundidad, investigación.
Una entrevista desde el punto de vista formal implica la repregunta como herramienta inherente. El entrevistado debe sortear preguntas comprometedoras, al entrevistado se le deben marcar sus contradicciones argumentales, se le debe exponer su trayectoria y conducta sobre ciertos temas y lo que opina de ellos. Reglas básicas del género permanentemente pisoteadas y vulneradas.

Luego del paneo por los medios comerciales, Me preguntaba..¿Nos tomarán de idiotas? ¿No pensarán algunos al menos, que están protagonizando una de las etapas mas oscuras del periodismo?
¿No se dan cuenta que la inminente sanción de una nueva ley de servicios audiovisuales de la democracia los dejará descolocados?

Es posible que en su interior se pregunten ciertas cosas, lo que creo que no deberían olvidar son las lecciones de la historia.
Alguna vez en la Argentina 60 minutos con audiencias multitudinarias eran conducidos por un tal José Gómez Fuentes. En su momento también debe haber creído que éramos todos idiotas y que el poder omnímodo con el que contaba desde su parafernalia tecnológico comunicacional no terminaría nunca.
Por los mismos tiempos, mimetizado para no ser descubierto por los agentes de la muerte, Rodolfo Walsh en la clandestinidad metía en un buzón de la ciudad una de las copias de su famosa, “Carta abierta a la junta militar”
El tiempo puso todo en su lugar. El susodicho Gómez Fuentes al olvido y al repudio, Esa carta tipeada en una máquina casera y distribuida artesanalmente se ha convertido en una de las piezas informativas y literarias mas asombrosas de la historia del periodismo.

Cambia todo cambia dice el estribillo de una hermosa canción de Julio Numhauser a la que la Negra Sosa le puso su voz y sus entrañas. Los comunicadores que hoy gozan de pantalla impune, deberían escucharla de vez en cuando.

miércoles, 22 de abril de 2009

El peor analfabeto

El peor analfabeto es el analfabeto político.
No oye, no habla, no participa de los acontecimientos políticos.
No sabe que el costo de la vida, el precio de los frijoles, del pan, de la harina, del vestido, del zapato y de los remedios, dependen de decisiones políticas.
El analfabeto político es tan burro que se enorgullece y ensancha el pecho diciendo que odia la política.
No sabe que de su ignorancia política nace la prostituta, el menor abandonado y el peor de todos los bandidos que es el político corrupto, mequetrefe y lacayo de las empresas nacionales y multinacionales". Bertolt Brecht. (1898)

domingo, 19 de abril de 2009

Por que hay que votar a la oposición


Por Orlando Barone
Hay que votar a la oposición para no volver a votar a esta dictadura. Que reprime en las calles y que impide marchas pastoralespacifistas, donde se pueda decir la verdad: que Kirchner es Nerón.
Sí, hay que votar a la oposición para que los grandes medios vuelvan a tener libertad de prensa. Y no como ahora que tienen que callarse por miedo a la persecución.Porque si critican al gobierno van a la mazmorra, y si no lo alaban y dicen que es maravilloso, los echan de /Clarín/, de /La Nación/, de /Perfil/, de /Ámbito/, de /El Cronista/, de /Para Ti/, de /Gente/ y de la mayor parte de los canales y emisoras.Hay que votar a la oposición porque la Expoagro es postergada y tiene que realizarse a escondidas y con recursos modestos. Y porque las tapas de los grandes diarios y noticieros están censuradas y condenadas a poner títulos chupamedias del gobierno. Y el ciudadano debe resignarse a tener que leer, ver y escuchar únicamente noticias benévolas oficialistas.
Porque los grandes diarios no pueden publicar editoriales que denuncien escándalos y corrupción; y porque los noticieros tienen que ocultar el drama de la inseguridad y no poner en pantalla a víctimas de delitos para que nadie se entere de que las calles sonun matadero.Porque los ricos y famosos de la farándula no se atreven a decir lo que piensan acerca de torturar y fusilar o guillotinar a los delincuentes a simple vista.
Porque los taxistas van calladitos sin decir nada en contra del Gobierno y miran por el espejito desconfiando de los pasajeros porteños, que son todos oficialistas.Porque no se puede denunciar que Guillermo Moreno manipula el Indec.
Y porque el periodismo político está controlado. Y tiene que contenerse de revelar que El Calafate es como el principado de Mónaco.
Y porque ningún entrevistador puede entrevistar libremente a los líderes opositores, que por eso nunca aparecen en pantalla y son condenados al silencio. Nadie sabe quiénes son los políticosopositores porque no tienen espacio en los medios: los censuran.
Y porque también el campo es silenciado. Y aunque sus dirigentes no participan en la política y son neutrales, es sospechado. Porque los representantes rurales están sin voz, empobrecidos. Porque se les impide bloquear rutas, decomisar camiones y presionar intendentes ylegisladores.
Y mientras, el vicepresidente por temor a represalias no se atreve a confesar su adoración por la soja y debe comportarse furtivamente de todo el esfuerzo que hace para que no haya más retenciones.
Hay que votar a la oposición para que cuando el país deje de percibir estos ingresos, los ciudadanos que no tienen campo compensen la falta de dinero de la retenciones pagando más impuestos.
Hay que votar a la oposición para que el país vuelva al FMI como se debe, para que termine sus relaciones con países indígenas que inferiorizan a la Argentina, y para que los sindicatos dejen deexpoliar a las patronales.Hay que votar a la oposición para salvarnos de este desastre que no deja ni siquiera ánimo ni plata para festejar Semana Santa e irse a la costa en masa.
Los ciudadanos son sabios. Por eso, si la dictadura gana es por fraude. O por culpa de la OEA.

miércoles, 15 de abril de 2009

El rap del dengue sojero

Por Eduardo Real

Llega enfermo de dengue

Mosquito pica al enfermo
Sapo se come mosquito
¡No hay dengue!

Alfredo planta soja
Alfredo fumiga veneno
Veneno mata sapito
Sapo muerto no come mosquito
¡Hay soja!
¡No hay sapo!
¡Hay mosquito!
¡Hay dengue!

Nonsanto reparte los sobres
Al periodismo in-the-pendiente
¡Hay soja!
¡No hay noticia!
¡No hay sapo!
¡Hay mosquito!
¡Hay dengue!

Hormiga atómica fumiga mosquito
Sapo vivo se caga de hambre
¡Se muere!
¡No hay sapo!
¡Hay mosquito!
¡Hay dengue!
¡Hay malaria!
¡Hay fiebre amarilla!

Nonsanto no garpa bloguero
Bloguero publica noticia
¡Nonsanto se cae de culo!
¡Cristina prohibe la soja!
¡Hay sapo!
¡No hay mosquito!
¡No hay dengue!

La nueva ley de servicios audiovisuales, una discusión estratégica.

Por Daniel Calabrese

Mientras el gran ojo de los “mass media” transmitía en cadena falseando multitudes en Plaza de Mayo, en un emotivo acto en el Teatro Argentino de la Plata, deliberadamente ocultada por los mismos medios, comenzaba a rodar la propuesta de ley de Servicios de Comunicaciones Audiovisuales.
Inspirada en la legislación comparada que es referente en el mundo, y sostenida en los 21 puntos que han podido consensuar una amplia gama de organizaciones como la CGT, CTA, madres, abuelas , organizaciones de derechos humanos, universidades nacionales, entidades representativas de radios comunitarias, sindicatos de trabajadores de prensa, educación, canillitas, la nueva ley se propone reemplazar a la 22285 dictada por la dictadura en 1980.
Son pocos los casos en donde un sueño que aboga por el derecho a la información y la libertad de expresión en tanto derechos humanos básicos, se enriquece en su proceso de materialización con el aporte democrático del mas amplio abanico de organizaciones y que cuenta con la posibilidad de enriquecerse aún mas en estos dos meses de debate en donde se incorporarán mas ideas y se afinarán detalles de implementación.
Algunos de los aspectos mas destacados del anteproyecto se describen a continuación. Se reserva el 33 % del espectro a entidades sin fines de lucro de la sociedad civil. Se desmonopolizan los medios restringiendo la cantidad de licencias para un solo titular. Los titulares de licencias de canales abiertos no podrán tener licencias de televisión por cable. Se estipulan cuotas de pantalla para el cine nacional, se exigirá un mínimo del 70 % de producción nacional en radio y un 60 % en televisión. Se fomentará la producción de contenidos educativos e infantiles, Se impedirá la codificación de todo espectáculo considerado de interés público que se deberá transmitir por canales abiertos. Se implementarán medidas para permitir el acceso a las minorías y a las personas con capacidades diferentes. Se establecerán tarifas sociales para el pago de los abonos de cable, se le dará al ciudadano el derecho de conservar su número telefónico aunque cambie de compañía, etc.

Bajo estas y muchas otras propuestas que van en el sentido de garantizar derechos básicos a la ciudadanía, parecería imposible que alguien, salvo que represente a los intereses mas espurios y antidemocráticos, ponga algún obstáculo para su sanción.
Aún así, a solo horas de ser presentada públicamente, algunas voces mostraron su desacuerdo bajo dos argumentos a saber: que prefieren defender los intereses de los grupos monopólicos antes que votar una ley propuesta por el gobierno y que la campaña electoral no es el momento para discutir la nueva ley. La primera afirmación no merece la pena ni refutarse, le cabe solo el viejo adagio de los abogados: “a confesión de parte relevo de pruebas”.
El segundo argumento no por menos crudo es más inocente y se merece un análisis mas profundo.
Que quieren decir cuando dicen “el momento preelectoral no es el marco adecuado para debatir la nueva ley”.
¿Qué deberían debatir los argentinos si no es propuestas, ideas y proyectos previos a una elección?
Desde 1983 dos visiones discuten entre si, una visión entiende por democracia una estructura formal, vacía de contenidos, que no debe modificar nada y por consecuencia conservar los privilegios y el statu quo instaurado a partir de la dictadura.
Otra es una concepción de la democracia que a las formas no las entiende disociada de los contenidos, que intenta plasmar modelos distintos de producción y de distribución de la riqueza y por cierto, modos mas democráticos de acceso a los medios de comunicación fomentando la polifonía de opiniones a las que tiene derecho la población. En esta matriz habrá que insertar algunos argumentos que se escucharán en los principales medios, respecto a la “oportunidad” para presentar la ley. En otras palabras nos quieren decir que la política debe ser entendida como cáscara vacía al servicio del marketing político y los asesores de imagen y no como la discusión de proyectos e ideas, con el pueblo participando y opinando.

Muchos han denominado al debate que se avecina como la madre de todas las batallas y no les falta razón, pues expone al desnudo a los verdaderos jugadores y sus proyectos de restauración o cambio. De un lado los medios que manejan el 80 % del flujo de la información circulante, entrelazados de diversas formas con intereses en múltiples esferas de la economía. Medios que no apoyan a la oposición como erróneamente se dice a veces, sino que son la oposición misma.
Nunca mas expuestos, comienzan a comprender que puede perder muchísimo poder y recurren a modos cada vez más canallescos de sostener su emporio. El país deberá saber que estos meses de discusión alrededor de la nueva ley y en el marco de una campaña electoral, implicará resistir campañas mediáticas furibundas, relatos catastróficos de la realidad, victimizaciones por supuestas agresiones “a la prensa independiente” y todo el andamiaje de recursos que tengan para defender sus intereses.
Este es el momento por lo tanto, para que las más amplias masas hagan suya una herramienta que le pondrá límites al discurso único e interesado de los monopolios mediáticos que permanentemente insultan la inteligencia y provocan miedos paralizantes.
Este es el momento, han pasado 25 años de democracia, de romper un eslabón estratégico del perverso cepo cultural que nos dejó la última dictadura