El discurso de la presidenta en Tecnópolis de ayer tiene como
mérito haber puesto una vez mas en superficie a los verdaderos actores
políticos-económicos que se esconden tras bambalinas.
El poder
real obligado a salir de las penumbras, es uno de los grandes legados
político-culturales que el Kirchnerismo le dejará a nuestra sociedad.
La posterior respuesta del poder mediático fue la previsible, todo el
napalm para banalizar y para omitir. Banalizar el caso Antártida, que
no era mas que un anécdota acerca del modo en que se presentan los
hechos según convenga o no a sus intereses, y omitir por otro lado lo
sustancial del discurso de CFK , la que los identifica a ellos, los
medios, como actores centrales de la realidad política nacional.
En
esa omisión de los aspectos sustantivos del discurso, se evaporó la
clarísima y pedagógica explicación que hizo CFK sobre el endeudamiento y
el método que utilizan los centros financieros internacionales para
estrangular economicamente y prolongar el dominio político sobre los
países endeudados. La descripción clara y contundente del mecanismo
conocido como roll – over, cuya fin es sostener por el máximo tiempo
posible al endeudado en calidad de endeudado. La descripciòn del
mecanismo utilizado por los centros financieros, me remitió
inmediatamente a una experiencia personal.
Tuve hace unas semanas
que negociar una deuda bancaria. En la negociación se barajaron opciones
y plazos: 6 cuotas, 9 cuotas, 12 y 24 cuotas. Propuse y justifiqué
con ingresos la posibilidad de saldar en 9 cuotas. Estudiaron o hicieron
que lo hacían y finalmente me comunicaron que la única opción que me
ofrecían es saldar en 24 cuotas. Deberé así pagar casi un treinta por
ciento mas en intereses, gastos financieros y por mas tiempo. Dominio
para imponer las mas penosas condiciones y maximar ganancias, ese es el
núcleo duro del negocio.
En mega escala, estas relaciones
asimétricas de poder y sometimiento entre acreedor y endeudado es lo
que pretender restaurar los “titulares”. Reiniciar ese círculo
“virtuoso” que termine en stand bys y megacanjes o como le llamen
ahora. De ahí la alegría de Wall Street por los resultados del domingo .
De ahí la suba en las acciones de Clarín, grupo entongado en todos los
procesos de mega defraudación económica que ha sufrido este país en las
últimas décadas. Porque Clarín no es solamente el mayor grupo
oligopólico- mediático no, no es solo eso. Es un conglomerado
empresario multidiversificado que utiliza su poder de fuego para
defender sus negocios, muchas veces distantes del rating y la venta de
diarios. La hilacha de la derecha está expuesta. La crítica es
claramente a los aciertos, no a los errores. No nos equivoquemos.
Sobre
las cosas que hay que cambiar o mejorar, la palabra clave es
profundización. Profundizar es darle defensas al ciudadano cuando
esté sentado frente al ejecutivo de cuentas del banco que lo espera con
cuchillo y tenedor. Profundizar es pensar políticas para ese
monotributista que todos los días imagina estrategias para ganarse la
vida, profundizar es no temer a la palabra eficiencia para que no
termine apropiada y resignificada por los hijos de Alsogaray .
Profundizar es resolver el calvario diario del transporte. Esto, lo que
falta, sólo se puede resolver con políticas populares como las que se
vienen tomando desde el 2003.
Los “titulares” y sus representantes
políticos no vienen a resolver ninguno de estas cuestiones , vienen a
deconstruir la autonomía política lograda en estos 10 años de
desendeudamiento. Deudas , vale recordarlo, que ellos provocaron desde
el 76 al 2003. Quieren en definitiva que esta “anomalía” histórica
termine cuanto antes y todo vuelva a la maravillosa normalidad de los
años de oro para ellos y barro para las mayorías.
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