lunes, 29 de junio de 2009

Reflexiones en una madrugada fría y lluviosa.

Por Daniel Calabrese

Lo tendríamos que haber advertido el día del voto "no positivo" y la alegría mayoritaria de los "moderados" que volvían a erigir a un hombre gris y timorato como su nuevo paladín. No lo quisimos ver.
Lo cierto que a casi un año de esa derrota, nuevamente una gran parte del pueblo argentino castiga con su voto a un gobierno que con errores y aciertos fue el único en los 25 años de democracia, que no abdicó y le discutió poder real a las grandes corporaciones. Las mismas que siguen teniendo para la Argentina el modelo que pensaron hace mas de cien años.
No bastaron las fundamentaciones y realizaciones concretas con las que se interpeló al pueblo argentino. Es falso que no hubo propuestas en las elecciones por lo menos de parte del oficialismo. Cada alocución de la presidenta -como mínimo una por día, durante el último año - era una batería argumental lógicamente sostenida, pedagógicamente explicada y abrumadoramente confrontada con los hechos concretos.
Era la oposición política la que frente a los hechos y argumentos, debería haber propuesto como superarlas, como confrontarlas a sus propias ideas. No fue así. Un cúmulo de palabras vacías, agravios y slogans publicitarios bastaron para encumbrar a cierta argentina que ya gobernó.
Ahí, a la vuelta de la esquina de la historia, hace sólo siete años, dejó la prueba de cómo y para que quiere el poder político de la República. El que quiera ver ni siquiera tiene que recordar. La Capital Federal y su gobierno presente tendrían que haber servido como ayuda memoria.

¿Qué pasó entonces?
No faltarán los análisis de acá en mas que hablen de errores de comunicación, de errores de “construcción” política y otras aristas todas pasibles de ser analizadas.
Es claro también que un formidable dispositivo comunicacional desatado desde hace mas de un año ayudó a construir relatos y desgastar desde las operaciones de prensa mas canallas. Sería tortuoso a las horas de la noche que esto escribo, enumerar las distintas acciones y operaciones que los grandes medios diseñaron para erosionar al gobierno. Algún día estos grandes actores de la política Argentina deberán rendir cuentas por tantas mentiras, miedos y confusiones diseminadas sobre una población inerme.
Pero ni aun por su papel se explica lo que sucedió hace un año, ni lo que ocurrido ayer.
Habrá que preguntarse entonces si enormes proporciones de la población argentina, sencillamente no están preparadas para sostener un intento serio por cambios que al menos restituyan condiciones de vida que en algún momento se han tenido. Habrá que pensar si la critica a los supuestos modos “confrontativos” , a los problemas de “estilo” que se le adjudican al gobierno, no esconden simplemente la actitud de un pueblo que no quiere discutirle a aquellos sectores concentrados y monopólicos parte de la renta otrora propia.
Ese sector mayoritario de este pueblo no quiere saber de que se “trata”. Está mas cerca de la idea de consumir candidaturas que de elegir propuestas y proyectos. Solo así se explica que no hayan comprendido lo que los medios masivos luego llamaron “Testimoniales”. Solo así se explica que un día voten masivamente al Pro y a unos meses sin sonrojarse los mismos voten a “Pino”.
Muchos dirán es la cultura menemista “instalada” en nuestro pueblo, yo me preguntaría en tal caso, si dicho soft no ha encontrado en ciertos rasgos de la “argentinidad” el hardward adecuado.

2 comentarios:

Eduardo Real dijo...

Ganó Clarín. Ese partido que dice no serlo, pero saca y pone todos los candidatos que se le antoje en su vidriera para el consumo masivo.

Y tampoco es casual que hayan ganado precisamente todos los candidatos más apolíticos, con menor densidad conceptual: Michetti, Narváez, Cleto, Reutemann. Es una radiografía de la anomia social.

Daniel Calabrese dijo...

Abrazo Eduardo .

Daniel