jueves, 15 de agosto de 2013

ROLL-OVER

El discurso de la presidenta en Tecnópolis de ayer tiene como mérito haber puesto una vez mas en superficie  a los verdaderos actores políticos-económicos  que se esconden tras bambalinas.
El poder real  obligado a salir de las penumbras,  es uno de los grandes legados político-culturales que el  Kirchnerismo  le dejará a nuestra sociedad.  La posterior respuesta del poder mediático fue la previsible, todo el napalm para banalizar y para omitir.  Banalizar el caso Antártida, que no era mas que un anécdota acerca del modo en que se presentan los hechos según convenga o no a sus intereses, y  omitir por otro lado lo sustancial del discurso de CFK , la que los identifica a ellos, los medios, como actores centrales de la realidad política nacional.
En esa omisión de los aspectos sustantivos del discurso, se evaporó la clarísima y pedagógica explicación que hizo CFK  sobre el endeudamiento y el método que utilizan los centros financieros internacionales para estrangular economicamente y prolongar el dominio político sobre  los países endeudados.  La descripción clara y contundente del mecanismo conocido como roll – over,  cuya fin es sostener por el máximo tiempo posible al endeudado en calidad de endeudado. La descripciòn del mecanismo utilizado por los centros financieros,  me remitió inmediatamente  a una experiencia personal.
Tuve hace unas semanas que negociar una deuda bancaria. En la negociación se barajaron opciones y plazos: 6 cuotas, 9 cuotas, 12 y  24 cuotas.  Propuse y justifiqué con ingresos la posibilidad de saldar en 9 cuotas. Estudiaron o hicieron que lo hacían y finalmente me comunicaron que  la única opción que me ofrecían es  saldar en 24 cuotas. Deberé así pagar casi un treinta por ciento mas  en intereses, gastos financieros y por mas tiempo. Dominio para imponer las mas penosas condiciones y maximar ganancias, ese es el núcleo duro del negocio.

En mega escala, estas relaciones asimétricas de poder y sometimiento entre acreedor y endeudado  es lo que pretender restaurar los “titulares”. Reiniciar ese círculo “virtuoso”  que termine en  stand bys y megacanjes  o como le llamen ahora. De ahí la alegría de Wall Street por los resultados del domingo . De ahí la suba en las acciones de Clarín, grupo entongado en todos los procesos de mega defraudación económica  que ha sufrido este país en las últimas décadas. Porque  Clarín no es solamente el mayor grupo oligopólico- mediático  no,  no es solo eso. Es un conglomerado empresario multidiversificado que utiliza su poder de fuego para defender sus negocios, muchas veces distantes del rating y la venta de diarios. La hilacha de la derecha está expuesta. La crítica es claramente a los aciertos, no a los errores.  No nos equivoquemos.

Sobre las cosas que hay que cambiar o mejorar, la palabra clave es profundización.  Profundizar es darle defensas  al  ciudadano  cuando esté sentado frente al ejecutivo de cuentas del banco  que lo espera con cuchillo y tenedor. Profundizar es pensar políticas para ese monotributista que todos los días imagina estrategias para ganarse la vida,  profundizar es no temer a la palabra eficiencia  para  que no termine apropiada y resignificada por los hijos de Alsogaray .  Profundizar es resolver el calvario diario del transporte. Esto, lo que falta, sólo se puede resolver con políticas populares como las que se vienen tomando desde el 2003.
Los “titulares” y sus representantes políticos no vienen a resolver ninguno de estas cuestiones ,  vienen a deconstruir la autonomía política lograda en estos 10 años de desendeudamiento. Deudas , vale recordarlo,  que ellos provocaron desde el 76 al 2003.  Quieren en definitiva que esta “anomalía” histórica termine cuanto antes  y todo vuelva a la maravillosa normalidad de los años de oro para ellos y barro para las mayorías.

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